viernes, 8 de febrero de 2013

La vasquita




Abrió las ventanas de par en par. Con los brazos también abiertos, sujetándolas, lleno sus pulmones respirando el aire de la ría. Su último despertar en esa casa. Su último día en estas tierras. 
La pequeña maleta de cartón se había quedado preparada junto a la puerta la noche anterior. Estaba sola. Como muchas otras noches él no había vuelto y posiblemente no lo haría hasta que, bien entrada la mañana, las nubes del alcohol se hubieran disipado y las tripas empezaran a reclamar un plato de comida caliente. Ella siempre se lo tenia preparado. Siempre. Pero hoy ya no. Cuando volviera encontraría la casa recogida y la cocina vacía. Esa impoluta cocina que sin embargo siempre olía a gloria. Y es que ella tenía una mano especial para los guisos.
Viajó con la mirada por encima de todos los tejados y la perdió muy lejos. Más allá de los puentes. Allá donde adivinaba el mar. Su mar. Ese que ya no vería. No le importaba nada. Sabia que otras olas la esperaban. Don José se lo había prometido.
-Vente conmigo vasquita. Deja estas lluvias perpetuas. Deja estos fríos. Serás sirena en mi mar. No estarás sola. Estaré yo allí siempre, contigo.
Mientras el viejo tren recorría kilómetros ella confeccionaba mentalmente el menú del día. Un nueva cocina la esperaba. Sería suya. Sería suyo. Seria libre. 
"Los lunes sukalki. Zancarrón con patatas. Plato abundante pero único. Los martes alubias bien condimentadas y bien acompañadas. Los miércoles porrusalda, los jueves buena carne, los viernes marmitako y los fines de semana bacalao o merluza, según mercado... "
Él acudió puntual todos los días a la cita. Siempre a las dos. Hasta el último día. Ella le preparaba la mesa en el exterior cuando el tiempo lo permitía y él se deleitaba a través de sus cinco sentidos. La comida, el olor del mar que subía por la rambla, la alegría en los movimientos de su sirena, el roce de sus manos cuando le colocaba los platos en la mesa y el sonido dulce de su voz cuando le ofrecía:
"¿Y hoy que traemos de postre Don José? Hay pastel vasco, cuajada, pantxineta, Goxua..

Pdpz  
Fotogafía de Leopoldo Pomés. Bar La Vasquita. Barcelona. Paso bajo Muralla del Mar. 1958




"Escribimos como somos. Somos como vivimos. Vivimos como sentimos. Escribe lo que sientas y no sientas por lo que escribas"

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